Botellas anti-perros

Cualquier ciudad o pueblo que se precie, luce en la puerta de alguna de sus casas (o en muchas) una o dos botellas llenas de agua. ¿Es un servicio al sediento que pase por allí para que pueda calmar su ansia de líquido? No. Es mucho más esotérico. Según cuenta la sabiduría popular, estas botellas estratégicamente rellenadas con agua del grifo tienen el asombroso poder de evitar que los perros hagan pis para aliviarse o marcar su territorio en ese lugar. La "convincente" explicación es que los mejores amigos del hombre se asustan al ver su imagen reflejada en el agua y huyen despavoridos. Aunque no es raro ver botellas completamente opacas que no reflejan nada...

Lo cierto es que este método de las botellas no tiene ningún fundamento científico. Los perros se guían por su poderoso olfato para aliviar la vejiga. Y si olfatean un lugar idóneo, ya puede haber botellas, garrafas o barriles llenos de agua, que nada impedirá que dejen su sello personal.

El origen del mito es desconocido pero está extendido por medio mundo, desde Sudamérica hasta Japón, donde ha llegado como "espanta gatos". Aunque en el país del Sol Naciente un poco más exagerados que aquí.

Imagen: kirainet.com

Y para acabar, esta foto que pude tomar en Toledo hace unos días. De colores, tumbadas y sujetas por piedras para que, lógicamente, no rueden. No sé si será efectivo, pero queda bonito.