¡Inocente inocente!

En el Nuevo Testamento, San Mateo relata cómo el rey Herodes, enterando del nacimiento de un niño que, según la profecía, le podría arrebatar el trono, ordeno asesinar a todos los menores de 2 años.  Así, a los niños asesinados se les consideró Santos Inocentes y la Iglesia Católica, en el siglo IV estableció su celebración el día 28 de diciembre.

"La masacre de los inocentes", Rubens.
Un episodio cruel, triste, un infanticidio terrible. Entonces ¿por qué se celebra ese día gastando bromas divertidas? Parece bastante contradictorio...

Para encontrar la respuesta tenemos que remontarnos a la Edad Media. En la Europa medieval (sobre todo en el centro), se celebraba el día de San Nicolás cada 6 de diciembre, eligiendo un "Obispillo". Generalmente era un niño elegido del coro de las catedrales, y su "nombramiento" duraba hasta el día de los Santos Inocentes. Esta figura era la heredera de otra tradición más antigua: la Fiesta de los Locos. En esta celebración, se elegía un "Obispo de los Locos" que se dedicaba por unos días a alterar el orden social con jolgorio, alboroto (incluso dentro de las iglesias), burlas, provocaciones...

De esta forma el "Obispillo" tenía carta libre para gastar bromas y ser un poco "gamberro", hasta el 28 de diciembre, día de los Santos Inocentes en que acababa su privilegio.

Aún hoy, en Burgos se celebra la fiesta del "Obispillo y sus 16 Inocentes". Tras ser nombrado en las primeras horas del 28 de diciembre, recorre las calles de la ciudad y termina en la Plaza Mayor donde es recibido por el Alcalde y otras autoridades. Desde el balcón del Ayuntamiento saluda a todos y dirige unas palabras a los niños.

Imagen: danzasmariangelessaiz.com
A partir de 1431, con el Concilio de Basilea, la Iglesia persigue esta celebración por sacrílega y burlesca, pero no pudo evitar su expansión. Llegó a España donde tuvo muy buena acogida (ya sabemos que a los españoles siempre nos ha gustado el cachondeo) y de ahí se exportó a latinoamérica.


Este es el origen real de las actuales inocentadas. Coincide temporalmente con el día de los Santos Inocentes pero no es ninguna burla a aquellos tristes hechos.

Así que, ten cuidado ese día. Y si terminas con un monigote de papel pegado en la espalda, simplemente, sonríe.

Imagen: pamontnoticias.wordpress.com