El maestro de obra me explicó sin asombro que el cabello humano crecía un centímetro por mes hasta después de la muerte, y veintidós metros le parecieron un buen promedio para doscientos años. ..."
En el prólogo de su novela "Del amor y otros demonios", Gabriel García Márquez se hace eco de esta popular creencia. Según el mito popular, tanto el pelo como las uñas, siguen creciendo durante mucho tiempo después de muertos.
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Imagen: 123RF |
Las células de nuestro cuerpo, incluidas las del pelo y las uñas, dejan de reproducirse en el momento en que se agota el oxígeno y los nutrientes. Y esto sucede al poco tiempo de cesar el riego sanguíneo. Cuando el corazón se para, se produce la evaporación del agua corporal (que supone el 80% de nuestra composición) haciendo que los músculos y la piel se deshidraten. La deshidratación hace que los tejidos se retraigan, encojan, dejando visibles porciones de pelo y uñas que, normalmente, están escondidas bajo la piel. También la cabeza parece más pequeña por este mismo motivo.
Cuando se desentierra un cadaver, aparentemente tiene el pelo y las uñas más largas de lo normal (por supuesto sin llegar a 22 metros), lo que hace creer que su crecimiento no ha parado tras el fallecimiento.