- La forma de la barriga. Según se acerca el momento del parto, la tripa va creciendo y adopta diferentes formas según la constitución de la afortunada mamá. Si la barriga es puntiaguda, "sin duda alguna", será niño.
- Náuseas: La explosión hormonal que se produce en el embarazo suele provocar esta desagradable sensación. Sin embargo, la sabiduría popular tiene otra explicación: si sufres muchas náuseas, será niña. Los niños no son tan guerreros.
- Vello corporal: Su mayor crecimiento durante el embarazo se debe, al igual que las náuseas, a los cambios hormonales. Sin embargo también hay quien lo utiliza para hacer predicciones: si te sale mucho vello en las piernas, será niño.
- Péndulo: Hasta la radiestesia se hace un hueco en este ámbito. Si colocas un péndulo sobre la barriga y comienza a girar en círculo, es un niño.
- Matemáticas: Este es el que más me gusta. ¿Tienes la calculadora preparada? Si sumas la edad que tienes al quedarte embarazada con el número de mes en que has concebido, y el resultado es impar, no lo dudes, es una niña.
Y, para acabar, este método "infalible" que me contaron hace poco:
- Mirar la coronilla del hijo anterior: Si ya tienes hijos, debes mirar dónde nace el pelo del hijo anterior. Si lo hace en el centro de la coronilla, el siguiente será del mismo sexo. Si el pelo nace a un lado, será del sexo contrario.
Como ves, todo muy científico. Ya te puedes olvidar de esas caras ecografías, pruebas genéticas y otras zarandajas.
Imagen: www.reproduccionasistida.org |