El origen.

Voy a empezar este blog por el principio. No, no es una frase hecha. El principio de todos nosotros se gesta en el vientre materno. Mamás, papás, abuelas, abuelos...deseosos de adivinar cuanto antes el sexo del bebé. Según los mitos populares tenemos varios métodos. Estos son algunos de ellos:

- La forma de la barriga. Según se acerca el momento del parto, la tripa va creciendo y adopta diferentes formas según la constitución de la afortunada mamá. Si la barriga es puntiaguda, "sin duda alguna", será niño.

- Náuseas: La explosión hormonal que se produce en el embarazo suele provocar esta desagradable sensación. Sin embargo, la sabiduría popular tiene otra explicación: si sufres muchas náuseas, será niña. Los niños no son tan guerreros.

- Vello corporal: Su mayor crecimiento durante el embarazo se debe, al igual que las náuseas, a los cambios hormonales. Sin embargo también hay quien lo utiliza para hacer predicciones: si te sale mucho vello en las piernas, será niño.

- Péndulo: Hasta la radiestesia se hace un hueco en este ámbito. Si colocas un péndulo sobre la barriga y comienza a girar en círculo, es un niño.

- Matemáticas: Este es el que más me gusta. ¿Tienes la calculadora preparada? Si sumas la edad que tienes al quedarte embarazada con el número de mes en que has concebido, y el resultado es impar, no lo dudes, es una niña.

Y, para acabar, este método "infalible" que me contaron hace poco:

- Mirar la coronilla del hijo anterior: Si ya tienes hijos, debes mirar dónde nace el pelo del hijo anterior. Si lo hace en el centro de la coronilla, el siguiente será del mismo sexo. Si el pelo nace a un lado, será del sexo contrario. 

Como ves, todo muy científico. Ya te puedes olvidar de esas caras ecografías, pruebas genéticas y otras zarandajas.


Imagen: www.reproduccionasistida.org