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Bueeeeno. Me extenderé un poco más.
Hay varios mitos en torno a esta cuestión. Desde que se produciría un terremoto hasta que podría afectar a la rotación terrestre, ¡incluso invertirla!
Para derribar esta creencia vamos a hacer números. Actualmente hay censados cerca de 1.400.000 habitantes chinos. Supongamos que todos son muy comilones y cada uno pesa 100 Kg. Tenemos entonces un peso de 1.400 millones de Kg. en forma de chino saltarín. Parece mucho ¿verdad?
Vamos a ver ahora qué pasa con el planeta Tierra. Se estima, por cálculos teóricos, que la Tierra pesa 5.975 trillones de toneladas. Espera, que así lo verás mejor:
5.975.000.000.000.000.000.000.000 Kg.
¡Esto sí que parece mucho!
Incluso si se incluye a toda la población mundial, la Tierra seguiría pesando 10 billones de veces más que todos sus habitantes juntos.
Si hacemos una simple regla de tres, comprobamos que ese salto de los chinos, incluso el de toda la humanidad, tendría sobre la Tierra el mismo efecto que el salto de una mosca sobre un barco.
Pero aún podemos dar más vueltas al mito.
En primer lugar, todos los saltadores deberían hacerlo sobre la misma región del planeta para intentar conseguir algún efecto, porque si no es así, las fuerzas de los diferentes saltos se contrarrestarían.
Pero hay más. Para poder modificar de alguna forma la rotación terrestre, la fuerza aplicada debería provenir de fuera del planeta, por ejemplo, chinos marcianos estrellándose contra la Tierra desde el espacio exterior. Un poco de Física: el efecto acción-reacción (repasad el libro de Bachillerato) haría que, al saltar, los chinos ejercieran sobre el planeta una fuerza igual y en sentido contrario al salto. Es decir, desplazarían al planeta hacia "abajo", pero al caer, la gravedad volvería a atraer al planeta a su posición, con lo cual el efecto sería nulo. Por lo que habría que conseguir saltar a tal velocidad que consiguiéramos escapar de la fuerza de atracción terrestre y no volver a caer. Aproximadamente, 40.000 Km/h.
Vamos más allá. ¿Sería posible conseguirlo de alguna manera? Pues sí. Al menos de forma teórica. Puesto que la velocidad orbital de la Tierra alrededor del Sol es de unos 30 km/s. tendríamos que proporcionar al planeta una velocidad de 300
m/s. para desviarlo de la órbita. Toda la humanidad, unida en este noble objetivo, tendríamos que saltar a la vez al 99,9999999989% de la velocidad de la luz. ¿Cuándo quedamos?
Imagen: Getty Images |
Bueno, vale. Alterar la órbita es un pelín complicado pero, ¿y un terremoto? Un buen salto todos juntos y ¡zasca!
Esto ya lo pensó unn grupo de científicos alemanes y se pusieron manos a la obra. Aprovechando un macroconcierto de rock en Nürburgring
(Alemania), pidieron la colaboración de la banda
'Wir sind Helden'. En un momento de la actuación, el grupo pidió a los más de 50.000 asistentes que saltaran todos juntos al ritmo de la batería. Mientras tanto, los sismógrafos obtenían datos y registraron cuatro oscilaciones por segundo, con lo que la tierra se movió casi una vigésima parte de un milímetro. Aunque la onda llegó a registrarse a un kilómetro de distancia, era tan leve que sólo fue posible captarla por aparatos muy sensibles.
Con esto, y extrapolando los datos obtenidos, Ulric Grünewald, director del
programa de divulgación científica que organizó el experimento, determinó que hace falta mucha más energía que la que provocaron sus compatriotas dando saltos para producir un terremoto. Ni siquiera los 7.600 millones de humanos serían suficientes.
Por cierto, antes de despedir el artículo, un saludo a toda la comunidad china. Por si acaso, no lo intentéis ;-)