El Cristo Negro de Cáceres

Cada año, la Semana Santa llena nuestras calles de recogimiento, historia, tradición y leyenda. 

 

En este artículo viajaremos a Cáceres, donde encontramos una de las cofradías más antiguas de Extremadura:  la muy Solemne, Venerable y Pontificia Cofradía Hermandad Penitencial del Santo Crucifijo de Santa María de Jesús, conocido popularmente como "el Cristo Negro".

Cristo Negro de Cáceres
Imagen: sociedadantropologia.es


En la noche del Miércoles al Jueves Santo, exactamente a las 12, el Mayordomo de la Cofradía golpea tres veces la puerta lateral de la concatedral cacereña y, en medio de un sepucral silencio, grita: "¡Que salga la Hermandad del Criso Negro! ¡Dios lo quiere así!". Comienzan a desfilar entonces entre 50 y 59 cofrades con hábito benedictino de color negro y la cara tapada, acompañando a una talla de madera negra, datada en el siglo XIV, pero cuyo origen es el primero de los muchos misterios que la rodean.

Cristo Negro de Cáceres
Imagen: extremadura7dias.com
El orígen del Cristo no está claro. Se cree que pudo ser tallado con madera de Iroko, un árbol sagrado de Etiopía, que le da ese color tan característico. Lo poco que se sabe de esta imagen es que está vinculada muy directamente a una familia judía que llegó a Cáceres, procedente de Ávila, durante la reconquista, en el siglo XIII, y que dicha familia pudo tener alguna relación con el país africano.

Lo que sí tienen claro los cacereños y visitantes, es el halo de misterio y temor que ha rodeado a este Cristo a lo largo de la historia. Tal vez, el hecho de ser sacado en procesión en época de epidemias, como la peste, y haber presidido ejecuciones, siendo lo último que el condenado veía antes de morir, expliquen de cierta forma el temor.

Un temor que se hace patente de diferentes formas:

- Las personas que se acercaban al Cristo bajaban la vista porque creían que mirarle a los ojos dejaría ciegos a los que estuvieran en pecado.

- Los cofrades usan guantes negros puesto que, según la leyenda, quien toca al Cristo sin el debido respeto muere de forma instantánea. Aún con los guantes, antes de tocar la talla, se debe rezar un Padrenuestro. Tanto era el miedo, que pagaban a los pobres para que se encargaran de su limpieza, realizada con cebolla y vino. Esta creencia está tan arraigada que, aún hoy, mucha gente se muestra temerosa a besar la talla.

- Entre los siglos XIV y XVII, los fieles se acercaban al cristo de rodillas y con la cabeza agachada,
Cristo Negro de Cáceres
Imagen: hoy.es
por miedo a ser sufrir castigo divino.

- Cuando alguien era juzgado por delitos de sangre, la familia solicitaba ejecutar la sentencia ante la presencia del Cristo Negro. Curiosamente, estas sentencias nunca llegaban a término.

- Según cuentan algunas personas, se conocen casos de gente que se ha burlado del Cristo y han sufrido terribles desgracias.

- En la actualidad, muchos visitantes se sorprenden por el agradable olor a flores frescas que perciben en la capilla del Cristo. Flores que no existen.

Si alguna vez váis a ver la procesión del Cristo Negro (cosa que me gustaría hacer no tardando mucho), hay que hacer muchas fotos donde aparezcan ventanas de las casas y palacios cacereños. Cuentan que se pueden ver ventanas abiertas, cuando en realidad estaban cerradas...o lo que es más interesante, en la Casa-Museo Árabe Yusuf Al-Burch, puede que tengas la suerte de fotografiar en una ventana, al fantasma de la mujer que, según dicen, vive allí.